Es un gelificante de moda. Nuestras madres eran mas de colas de pescado y los tiempos modernos imponen nuevos productos (aunque realmente es antiquísimo). Como lo utilizan los media-chefs su uso se extiende sin pararnos a pensar que, al desconocer su gran fuerza para gelatinizar, la mayoria de las veces nuestras preparaciones quedan al estilo ladrillo gomoso. El AGAR-AGAR que ya viene triturado es carísimo y el que venden en hilitos incómodo de utilizar, bueno, en general las gelatinas son incómodas, siempre estas con la cosa de que no se formen grumos. En cualquier caso, y como los japoneses siempre me han caido muy bién (y no solamente ahora por la tragedia que les esta tocando vivir), me propongo acabar el bote de AGAR-AGAR que compré hace semanas y ajustar a mis platos la dosis precisa para que no pueda criticar con tanta dureza a este producto.