Esta sencilla ensalada funciona muy bien tanto como aperitivo como primer plato. Es tan sencillo como separar las hojas de las endivias de vayas a utilizar y disponerlas en una fuente grande, bien en hileras (como en la foto) como en círculos concéntricos.
La completamos añadiendo frutos secos troceados (a mi parecer las nueces y los pistachos combinan muy bien), unas hojas de rúcula, algunas migas de queso (azul parmesano, manchego...) y una salsa mil islas que elaboraremos partiendo de una vinagreta tradicional a la que añadiremos una punta de mostaza y un yogur griego para que le de una consistencia cremosa.
No hace falta decir que al tratarse de un plato poco calórico nos podemos comer una buena ración (ojo! no hacer trampas: si combinas tan solo una hojita de endivia con medio kilo de queso manchego y 3 litros de salsa pues la cosa no funciona pero bueno, esto ya lo sabes)
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