Con el buén tiempo llegan las fiestas y celebraciones familiares. Es un clásico en mi actividad profesional. En este caso, quiero dedicar un par de lineas a la celebración en casa de las comuniones de nuestros hijos.
No les voy a engañar: les obliga, de alguna manera, a tener la casa "impecable" y a tener algo de nervios por aquello del placer de agradar a nuestros invitados...no todo puede ser de color de rosa!!! Pero en el otro platillo de la balanza, y no lo dude, se ofrece un amplio campo de posibilidades de pasar un día estupendo.
Por lo menos esta es mi filosofía...Me gusta que se delegue en mi la organización y puesta a punto de este tipo de eventos porque, al final, no hago otra cosa que procurar tranquilidad y orden en este día, que por otra parte se caracteriza por las prisas por llegar a tiempo a la iglesia, por "controlar" que los invitados estén donde tienen que estar y por la penurria que nos entra al ver que nuestros hijos están creciendo muy deprisa.
El resto es cosa mía.
No les voy a engañar: les obliga, de alguna manera, a tener la casa "impecable" y a tener algo de nervios por aquello del placer de agradar a nuestros invitados...no todo puede ser de color de rosa!!! Pero en el otro platillo de la balanza, y no lo dude, se ofrece un amplio campo de posibilidades de pasar un día estupendo.
Por lo menos esta es mi filosofía...Me gusta que se delegue en mi la organización y puesta a punto de este tipo de eventos porque, al final, no hago otra cosa que procurar tranquilidad y orden en este día, que por otra parte se caracteriza por las prisas por llegar a tiempo a la iglesia, por "controlar" que los invitados estén donde tienen que estar y por la penurria que nos entra al ver que nuestros hijos están creciendo muy deprisa.
El resto es cosa mía.
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